Monday, September 21, 2020

 Recordando un poema de Robert Frost y las relaciones de Estados Unidos y Cuba*

 Nelson P. Valdés

 Las historias de los Estados Unidos y Cuba están entrelazadas de muchas formas y maneras. Cubanos y norteamericanos han vivido y aprendido mucho unos de los otros. Y así ha sido no solo en la cultura, sino también en la política, la economía y la sociedad. Es una larga historia.

 En 1953 los revolucionarios cubanos atacaban el cuartel Moncada en Santiago de Cuba. En esos días, una escuela en Tennessee iniciaba clases para organizar y entrenar a trabajadores por los derechos civiles, la mayoría negros. La movilización ciudadana en la Cuba de los años 50 constituía una expresión de una misma y paralela lucha por los derechos civiles en el sur y norte de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, las luchas sociales y políticas a nivel de base en Cuba y los Estados Unidos --aunque separadas--, eran, a su vez, expresión de los procesos de descolonización de África y Asia después de la Segunda Guerra Mundial. Los argumentos que utilizara en su defensa Fidel Castro fueron muy similares a los conceptos de derechos ciudadanos que la Corte Suprema de los Estados Unidos reconoce en Brown vs. Board of Education, prohibiendo la segregación de las escuelas. Estas dos tradiciones hacían referencia a pensadores del siglo XVIII y XIX, parte de una cultura netamente revolucionaria.

 Los cubanos, como los norteamericanos, confrontan a las autoridades de sus respectivos países por violar su respectivas Constituciones.

 La acción de un pequeño grupo de revolucionarios en Cuba, al igual que Rosa Parks y sus compañeros en Montgomery, Alabama, incita a mayores acciones que serían consideradas radicales, ilegales y revolucionarias. El movimiento revolucionario cubano se inicia con demandas legales y poco después adopta  métodos armados. En los Estados Unidos el movimiento de derechos civiles utilizaría métodos pacíficos, aun cuando el Estado lo agredía violentamente. Y poco a poco un mayor número de instituciones sociales, incluyendo las iglesias, apoyaron cada vez más a sus respectivos movimientos en defensa de los derechos civiles de la población. En ambos países, figuras cimeras del sistema judicial llegaron a identificarse con esos movimientos, cada vez más populares. Mientras en los Estados Unidos el movimiento de los derechos civiles y políticos tiene un basamento constitucional y religioso como el del Southern Christian Leadership Conference, en el caso cubano es netamente político aunque muchos participantes eran católicos, presbiterianos y bautistas.

 Por una parte, gobernadores estatales  en el sur de los Estados Unidos --en Arkansas y Mississippi, por ejemplo-- y el FBI  al igual que, por otra parte, el gobierno de  Fulgencio Batista tratan de desarticular por diferentes medios esa creciente oposición. Ambos aparatos represivos emplearon la misma tecnología militar y los mismos métodos (mangueras de agua de alta presión, por ejemplo). Y sin embargo, en los dos países surgen líderes carismáticos que cohesionan al naciente movimiento de masas: Martin Luther King, Jr. en los Estados Unidos y Fidel Castro en Cuba. 

 En Cuba, el movimiento triunfa y llega al poder en 1959, no así en los Estados Unidos. El movimiento por los derechos civiles y políticos primero, y el movimiento estudiantil y contra las guerras coloniales después, solo logran algunas concesiones civiles y políticas. Pero esa lucha continuó en los Estados Unidos y parte de la población reformista y radical de jóvenes en el norte del país fue al Deep South para ayudar a obtener derechos sociales y políticos. El triunfo revolucionario en Cuba tiene un enorme impacto entre los luchadores por los derechos civiles. Y aun cuando utilizaron métodos diferentes  --la no violencia--, reconocieron las contribuciones y los cambios de los cubanos.

 El triunfo cubano se asumió como propio por los luchadores y revolucionarios de los Estados Unidos. Además, luchadores por los derechos civiles en los Estados Unidos presionaron al gobierno para que no ayudara a la dictadura, “El gobierno de Estados Unidos es un socio del dictador de Cuba, Fulgencio Batista, en el asesinato de cerca de 4,000 Cubanos hasta el momento, y ha llegado el momento de largarnos ya” --declaró Adam Clayton Powell, congresista negro norteamericano, el 20 de marzo de 1958 ante la Cámara del Congreso de los Estados Unidos.

 El triunfo de la rebelión cubana tuvo particular impacto en la población negra norteamericana. Durante los primeros meses de 1959 muchos intelectuales, periodistas, líderes obreros, congresistas, actores y escritores negros fueron a Cuba y defendieron el proceso social recién iniciado. Entre estos se encontraban William Worthy y Richard Gilbson [periodistas], James Baldwin, James Oliver, Julian Mayfield, Leroi Jones, Harold Cruse, [escritores], John Henri Clarke [historiador], Adam Clayton Powell, Malcolm X [políticos], entre otros.

 En septiembre de 1960 Fidel Castro viajó a Nueva York para representar a la Revolución Cubana ante las Naciones Unidas. Bajo la presión del Departamento de Estado de los Estados Unidos, durante la administración de Dwight Eisenhower el establishment hotelero  le negó a la comitiva cubana acceso a los hoteles. Pero la comunidad negra de Harlem abrió su corazón y sus espacios a los revolucionarios cubanos. No fue solo el Hotel Teresa el que tomó esa iniciativa. La comunidad negra, que en esos precisos momentos luchaba en numerosos frentes contra el racismo, la exclusión social, la pobreza y la explotación, también entendía que sus hermanos negros, mulatos y blancos  de la Isla comenzaban todo un proceso de destrucción de los instrumentos racistas, segregacionistas y explotadores que se habían enraizado en la “isla de la libertad.” Negarle al líder revolucionario blanco el acceso a un hotel era un acto similar a lo que confrontaba la población negra en general en Estados Unidos.

 La lucha por los derechos civiles, de una larguísima historia en los Estados Unidos, veía reflejada sus ilusiones y esperanzas en la nueva Cuba. Aunque muchos no recuerdan o han querido olvidar o no lo conocen, la realidad fehaciente es que el movimiento por los derechos civiles, políticos, culturales, económicos y humanos que se desarrollaba en el sur de los Estados Unidos tenía muchísimos enlaces y conexiones con lo que estaba sucediendo en Cuba. Aún más ilustrativo es que en septiembre de 1960 ya la Revolución Cubana había nacionalizado una proporción grande de las corporaciones norteamericanas. Y, sin embargo, Malcolm X declaraba en Harlem:  “El [Hotel] Teresa es hoy mas conocido  como el lugar a donde fue Fidel Castro durante su visita a las Naciones Unidas, y logro una Victoria psicológica contra el Departamento de Estado de los Estados Unidos cuando fue confinado a Manhattan. Nunca soñaron que Fidel se quedaría en “uptown”, en Harlem,  donde dejaría una enorme y positiva impresión entre los negros.”

 Un autor norteamericano escribía.  “Además, miles estaban encantados viendo al comandante [negro]  Juan Almeida  entre los revolucionarios. El 22 de Septiembre todo  Harlem estaba alrededor del Hotel Teresa congratulando, saludando, gritando por Fidel, sus compañeros y la revolución.   Almeida y los otros miembros del Ejército Rebelde caminaron 20 cuadras enteras en Harlem.  El 22 de Septiembre Fidel Castro almorzó  con los trabajadores del hotel. Y se reunió con Malcolm x en el Hotel Teresa. Malcolm escribió entonces:  “El Teresa es ahora mucho más conocido  como el lugar a donde Fidel Castro fue durante su visita a las Naciones Unidas, y logró un golpe psicológico contra el Departamento de Estado de los Estados Unidos cuando lo confinaron a el a estar solo en Manhattan. Nunca soñaron que él se hospedaría en Harlem donde dejaría una enorme impresión entre los Negros.” [1]

 Y otro escritor nos informa, “… los activistas de Harlem sugirieron, que las dificultades en encontrar donde hospedarse se transformaran en una oportunidad única para expresar las expresiones culturales y políticas de solidaridad y anti-racismo. Cuando la delegación cubana acepto la amistosa bienvenida del dueño del Hotel Teresa, Love B. Woods, los lazos ideológicos y políticos  entre los progresistas Afro-Americanos y los revolucionarios cubanos fueron cultivados…. La reunión de Malcolm X y Fidel Castro en Harlem simbolizaba una era de la post-II Guerra Mundial, de los movimientos anticoloniales y a favor de la lucha por los derechos humanos de los pueblos negros y del Tercer Mundo. Un periódico, el  New York Citizen Call,  declaraba en esos días: “Para los oprimidos habitantes de Harlem, Castro era el revolucionario barbudo que había expulsado a los bribones y les ha  dicho a los blancos de Estados Unidos que se fueran al infierno.” [2]

 El movimiento por los derechos civiles y democráticos de los norteamericanos, particularmente de los negros, veía el proceso revolucionario en Cuba con buenos ojos. Igual sucedía con el movimiento estudiantil universitario  que se iba configurando. Una alianza de los revolucionarios de la Isla con los revolucionarios y reformistas de los Estados Unidos se convertía en una enorme preocupación para la estructura del poder norteamericano.  Y en poco tiempo, ambos lados cooperaban más.

En 1960 varios norteamericanos de izquierda establecen el Fair Play for Cuba Committee en favor de la Revolución Cubana y en oposición a la política de la administración Eisenhower. Muchos de sus miembros también pertenecían a la lucha por los derechos civiles de negros, blancos y trabajadores, entre estos el escritor James Baldwin. Ralph Feathrstone, uno de los líderes del Student Non Violent Coordinating Committee (SNCC), consideraba a Cuba  “una zona liberada”. El poeta negro, de izquierda, LeRoi Jones escribía, “los Cubanos, y los otros nuevos pueblos  (en  Asia, África,  América del Sur) del mundo no nos necesitan, y lo mejor que podemos hacer es no bloquearles el camino.” [Cuba Libre, 1960]. O sea, un sector significativo de  la población negra norteamericana reconocía y apoyaba la autodeterminación, concepto que ya se defendía también en el sur de los Estados Unidos. La organización de solidaridad  Fair Play for Cuba Committee existía contra la injusticia, y a su vez integraba a norteamericanos de todos los colores.  En sí el “fair play” es lo que los sectores más necesitados pedían para sí y para el mundo.

Pero la relación y cooperación  entre los movimientos progresistas norteamericanos y la Revolución Cubana fue atacada desde el primer momento. Ambos movimientos confrontaban a un mismo enemigo.

Poco a poco estas dos fuerzas fueron aisladas por la invasión organizada por el gobierno de Estados Unidos  el 17 de abril de 1961 a Cuba. También la sistemática persecución de la izquierda por el Congreso [House Un-American Activities Committee], el FBI y muchas otras instituciones estatales tuvo sus efectos sobre esa relación. Los propios liberales norteamericanos corrieron en dirección opuesta a la revolucionaria. Pero la lucha por la justicia y por la igualdad de derechos democráticos continuó en los Estados Unidos, si bien cada vez más separada de la realidad cubana. La Crisis de los Misiles, de octubre 1962, fue un parteaguas que abrió una mayor brecha entre ambos movimientos. Ya a la Cuba revolucionaria se le definía como un enemigo de los Estados Unidos, mientras que el gobierno demócrata norteamericano de John Kennedy se identificaba con un sector reformista del movimiento por los derechos civiles. Sin embargo, la relación continuó a niveles menos conocidos. Pero no queda duda de que la Revolución Cubana y la lucha por los derechos de los norteamericanos tiene una larga y estrecha relación.

Esa historia, que sólo hemos tocado someramente, revela que las relaciones entre los revolucionarios cubanos y las fuerzas progresistas de los Estados Unidos tiene una larguísima historia. José Martí vivió durante años en Nueva York y Tampa. Exploró como pocos la historia de los Estados Unidos y la de Cuba, por separado y en relación con los dos países. Entendió como pocos el sentido real de lo que significa la independencia nacional. El movimiento progresista negro de los Estados Unidos también comprendió esa lucha. Martin Luther King fue clasificado por el FBI como un “hombre peligroso”. El gobierno de Estados Unidos también le dio esa misma clasificación a Fidel Castro. Ambos entendieron la relación estrecha entre la independencia nacional y los derechos civiles y políticos. Un país imperial no puede ser respetuoso de los derechos humanos y civiles.  Y una colonia tampoco los respeta.

El 22 de octubre de 1995 Fidel Castro volvió a visitar Harlem. Dijo: “aquí en Harlem conocí a Malcom X, conocí a otras muchas personalidades.  Eran días difíciles, siempre son difíciles los días, pero por delante estaba una lucha muy grande: las grandes batallas de Martin Luther King por los derechos civiles; las grandes luchas de las minorías negras, hispánicas, latinoamericanas de todas partes, por mejorar sus condiciones de vida; la lucha de los ancianos, los enfermos, todos.” [3]

El Congressional Black Caucus [CBC] de los Estados Unidos ha tenido una posición amistosa y solidaria hacia el proceso político y social cubano.  Y ha representado el sector mas progresista y favorable a la normalización de las relaciones entre los dos países.  Desde 1999 delegaciones y representantes del CBC ha visitado Cuba y se ha reunido con Fidel Castro. Cuba, a su vez, ha proporcionado becas a estudiantes norteamericanos con el apoyo de los Congresistas del CBC. Ya Fidel Castro había señalado que las circunstancias eran propicias para el mejoramiento de las relaciones  pues “era necesario utilizar este momento histórico en que coinciden un Presidente negro en la Casa Blanca y una corriente de opinión favorable a la normalización de las relaciones.” [4]

Cómo tendrían que hablar el presidente de Estados Unidos y el ex presidente Fidel Castro sobre la historia de ambos países. Ya uno de ellos dijo: “en la buena voluntad y disposición de las personas hay infinitos recursos que no se guardan ni caben en las bóvedas de un banco. No emanan de la política única de un imperio.” [5] Bien vale recordar a Robert Frost: “Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, /Yo tomé el menos transitado, /Y eso hizo toda la diferencia.”

        

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[1]See: Joy James, Review: Harlem Hospitality and Political History: Malcolm x and Fidel Castro at the Hotel Theresa, Contributions in Black Studies, Vol. 12, Article 12, 1994, Article No. 12. [http://scholarworks.umass.edu/cgi/viewcontent.cgi? article=1088&context=cibshttps://youtu.be/UAcgbsPgCbo

[2]  L. Ralph, Fidel Castro and Harlem: Political, Diplomatic, and Social Influences of the 1960 Visit to the Hotel Theresa,” Afro-Americans in New York Life and History. See: https://www.questia.com/library/journal/1P3-494766291/fidel-castro-and-harlem-political-diplomatic-

[3] http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1995/esp/f221095e.html

[4] Fidel Castro, “Los 7 congresistas que nos visitan,” Cubadebate (Habana), Marzo 11, 2014. http://www.granma.cu/granmad/secciones/ref-fidel/art113.html

[5] http://www.granma.cu/granmad/secciones/ref-fidel/art20.html

Sugerencia de lectura:

Lisa Brock y Digna Castañeda Fuentes, Between Race and Empire : African-Americans and Cubans before the Cuban revolution, 1998.

*El texto del poema  de Robert Frost - The Road Not Taken:

Two roads diverged in a yellow wood,

And sorry I could not travel both

And be one traveler, long I stood

And looked down one as far as I could

To where it bent in the undergrowth;

Then took the other, as just as fair,

And having perhaps the better claim,

Because it was grassy and wanted wear;

Though as for that the passing there

Had worn them really about the same,

And both that morning equally lay

In leaves no step had trodden black.

Oh, I kept the first for another day!

Yet knowing how way leads on to way,

I doubted if I should ever come back.

I shall be telling this with a sigh

Somewhere ages and ages hence:

Two roads diverged in a wood, and I—

I took the one less traveled by,

And that has made all the difference

 

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,

Y apenado por no poder tomar los dos

Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie

Mirando uno de ellos tan lejos como pude,

Hasta donde se perdía en la espesura;

Entonces tomé el otro, imparcialmente,

Y habiendo tenido quizás la elección acertada,

Pues era tupido y requería uso;

Aunque en cuanto a lo que vi allí

Hubiera elegido cualquiera de los dos.

Y ambos esa mañana yacían igualmente,

¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!

Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,

Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.

Debo estar diciendo esto con un suspiro

De aquí a la eternidad:

Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,

Yo tomé el menos transitado,

Y eso hizo toda la diferencia.

Friday, September 18, 2020

 

"Interneting": or Studying with the Other*

All of us inhabitants of our planet are Other for Others—
Me for Them, and Them for Me.
Ryszard Kapuscinski1

Ancient cultures knew that everything in the World was interdependent. The modern era broke that view and only recently have we rediscovered Gaia – the close living relationship between living organisms and their environment.2 Now economic and political integrations implicitly recognize the need for collaboration. We must restructure and make our new and different interdependencies work.

The newest technologies allow us to access almost any part of the world as if we were all living in a virtual town with diverse and different histories, cultures, and languages. But this “techno” ability is misleading since inequalities in accessibility continue to exist and are even on the rise.3 Still, those who have the technological ability to know each other don’t have the need to do so. However, our hemispheric diversity demands that we form part of a symmetrical interdependent collaboration and a respectful dialogue. For this, we need materials, resources, capability, and will.

What we are suggesting is outlined in the context of transnationalization and the internationalization of education but with its own characteristics.4 My profession –sociology-- has taught me (having given courses on Latin America for the past 32 years) that modern technology is key. For all of my courses, I depend on web pages to publish my written discussions (we do not use textbooks), listserves to distribute articles on different topics, e-mail for bilateral or multilateral communication with students, and chat rooms. Students have their own web pages, or “blogs”, through which they teach and reveal to other students what they are doing and thinking, and share how their respective research and projects are developing week by week. At the same time, they have to research documents from numerous different databases (and in the process, they learn about new sources of information and, with my intervention, how to interpret, evaluate, analyze and recognize what is merely normative or idiosyncratic versus social science). I model my teaching on a masters level class, in that I meet with students in a classroom and use technology. At the same time, we also use a form of distance education since students continue to work with me once they leave the classroom, but I have assumed the role of pedagogical advisor until we meet in the classroom the following week.

The computer, Internet, and other various instruments that are such crucial components of today’s teaching cannot replace mentors, tutors, teachers, educators or trainers. At the same time, one teacher alone is not sufficient to educate students who have the ability to electronically access libraries in Buenos Aires, Madrid or any other place in the world.

The metaphor of the information superhighway may now have a different meaning. A highway can also be a road on which we travel so quickly that the streets, landscapes and buildings pass us by without us even seeing them. We understand nothing. Information keeps growing and it grows more quickly and more out of context. In this sense we have traveled from one point to another without comprehending or understanding and for no particular reason.

On the Internet, virtual destiny does not coincide with reality. A real highway is not the same as a virtual highway. The Internet opens doors, but more so for young students in a virtual world that is “wide and foreign” when it should have “depth and be progressively knowable”. Meeting this objective requires the help of real people, specialists who can transform virtuality into reality. And that requires guides-professors at the beginning of the journey as well as guides-professors along the way.

Students and professors of one country may virtually explore other subjects in other countries, but in an increasingly global and interactive world, we need counterparts; this is part of the integration and interdependency. In other words, in addition to the collaborative work taking place among the students, collaboration must take place between the students and the onsite professor as well as with the professor-guide of the country being studied.5 This is key not only because we must be able to actively dialogue with those in the countries being studied (as opposed to virtual pages that use imaginary helpers), but also because in the process of interrelating ourselves, new realities are established and we learn – in practice – mutually. Only with the structure can we participate in a true symmetrical learning process that benefits everyone.

We need to develop “team teaching,” in which guides-professors in the country studied collaborate with onsite teachers who work directly with the students. This implies an integration whereby students and professors are present in the same place, but use Internet as a revised form of distance education.

Then we would have, in addition to distance education and studies abroad programs, a new experience that could be classified as co-studying with the studied abroad. We could call this “internetting” with the “other” countries / the “exterior, which is the true form – paraphrasing UNESCO – of together advancing intellectual knowledge.?

Nelson P Valdés, Ph.D
 

*The ideas, thoughts, and opinions expressed are not necessarily of the OAS nor of its member states. The opinions expressed are the responsibility of the authors.

 


1. Ryszard Kapuscinski , “Encountering the Other: The Challenge for the 21st Century,” New Perspectives Quarterly, Fall 2005.

2. James Lovelock, The Ages of Gaia: A Biography of Our Living Earth, New York: W.W. Norton, 1988.

3. One recent report reveals that in 2004 only 2.7% of university institutions had virtual programs and the number of students in those programs was 1.3% of the total. The study added “virtual higher education in Latin America is limited, not only because of the few (although growing) number of institutions that work with it or because of the small number of teachers involved and students reached, but rather because of the use (or rather underuse) of digital technologies (used almost exclusively to deliver content) and the paltry development of new pedagogical methods, which is a great contrast to the great possibilities offered by digital technologies in education to improve the quality of learning and further other functions of a higher education institution.” (See: Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, Tecnologías de Información y Comunicación y Educación Superior Virtual en Latinoamérica y el Caribe, Ángel H. Facundo Díaz, Ph.D., Bogotá, 2004, p. 6.).

4. In the event we suggest the students and professor are in the U.S. and a distance education program is not offered to students in Latin America, but depends on the participation of professionals with knowledge of the country being studied. Carlos Marquis dines the typical model of transnationalization of education as “the student is in a different country from that of the institution providing the educational service. This implies the crossing of boundaries by professors and educational materials. Regarding the cases of transnational education, it was most often found the creation of regional offices or headquarters of foreign institutions, the appearance of joint programs among local and foreign universities with a double recognition, articulated programs and twin programs.” See: Nuevos Proveedores de Educación Superior en Argentina y Brasil, Argentina: UNESCO/IESALC, Agosto 2002, p. 1.

5. This type of collaboration is comparable to the “joint programs” offered in Latin American universities.

Saturday, September 12, 2020

 The Rescue Operation Priorities in Haiti [ date published Jan 18, 2010 ]

 

“The contempt we have been taught to entertain for blacks, make us fear many things that are founded neither in reason nor experience.” – Alexander Hamilton in letter to John Hay, 1799.

 

“Only those who hate the black population, see hatred in blacks” - José Martí, Montecristi Manifesto, 1895

 

 

by Nelson P Valdés

 

The recent earthquakes that have demolished the city of Port au Prince and its surroundings have left Haiti stateless, ever poorer, desperate, and in need of long term global assistance. A worldwide rescue operation has been initiated. But, it is questionable to what extent the best interests of the people of Haiti have been and will be considered, in the long run.

 

First, the foreign aid teams "rescued" and took out of the country the non-Haitians, particularly the Europeans, Americans, and assorted other tourists. The Voice of America on Jan. 16 reported: "In the last day or so the United States and French governments have started running passenger flights out of the country [Haiti] for evacuees from those countries.  People line up and wait for a plane to arrive so they can leave Haiti and leave behind what is a very difficult, traumatic experience for many." [1]

 

Second, five days have gone by without any real significant distribution of medical supplies, food or water to the neediest people.

 

The facts indicate clear priorities: the Haitians are not first in line. In fact, the rescuers seem to have a widespread fear of the poor and desperate Haitians. A Scottish reporter said, "aid workers in Haiti today called for more security amid fears of attacks by increasingly desperate earthquake survivors." [2]

 

Yet, the Haitians have been extraordinarily patient despite the fact that their  world has collapsed around them.

 

The assistance teams seem reluctant to distribute until they feel secure. Thus, the US the government sent troops to bring aid and the Haitian government dispatched police to provide “security,” and respond to the exaggerated rumors of "looting." Indeed, there have been reports that the security squads moved the aid providers to “secure” places. [3]

 

The Haitian people who wait for basic needs have not been mobilized to work on their own behalf. Rather, the “humanitarians” treat them as children, with no thought to providing them with the tools to help themselves. One Haitian consul to Brazil, George Samuel Antoine declared two days ago that any country that happens to have Africans is cursed! [4] Shades of Pat Robertson and David Brooks.

 

Seemingly, the outsiders coming to help the people don’t trust the natives, despite the fact that the Haitians are dying, hungry, thirsty, sick, homeless,  and with most of their families gone or lost. The Haitian chief of police, like most people in positions of authority, is a foreigner appointed by the United Nations.

 

Meanwhile, the twice elected and twice removed political leader of the Haitians - Jean-Bertrand Aristide is not permitted to enter his own country. In fact, President Obama appointed one of those who ousted him  - George W. Bush – to help  "supervise" the "reconstruction" of Haiti. Bush merited his appointment presumably because of the wonderful job he did supervising the post Katrina aid program. Meanwhile, for all intent and purposes, there is no longer, except symbolically, a Haitian government.

 

Perhaps it is too harsh but it appears as if  those in charge think that a few thousand more Haitians dead would make it easier to control the situation.  USA Today has reported, “Rescuers pulled a dehydrated but otherwise uninjured woman from the ruins of a luxury hotel in the Haitian capital early Sunday, drawing applause from onlookers who have seen little to cheer as the body count continued to rise from Tuesday's earthquake.”

 

They expect Haitians to remain patient, without food or water or aid to rescue their friends and relatives. Haitians are not even informed as to what to expect or when.

 

Some US tv channels have begun broadcasting about Vodou burials. The US mass media has turned the whole tragedy into another narcissistic story about how Americans handle disasters. Thus, Hillary at one end, and Bill on the other travel going to Haiti to see for themselves! [5] As if such voyages have inherently curative powers!

 

Ironically, US and NATO can quickly deliver death from the air, but, apparently won’t unleash their technology and resources to quickly save lives. United Nations tanks have been sent to different locations throughout what remains of the city, particularly the poorer neighborhoods such as Cité Soleil. [6] A poor substitute for food and water.

 

In Afghanistan drones fire at will with no one at the Pentagon expressing minimal concern, yet, in the Haitian case dropping food and water has been avoided “for fear of riots.” Apparently no one has figured that people will riot because of the absence of drinking water or food; unless they have to go without either for enough time so that the Haitians experience a Caribbean version of the final solution.

 

On January 15th, the United Nations' Office for the Coordination of

Humanitarian Affairs issued a report stating, "Haiti is currently at UN Security Phase 3. This will implicate ongoing operations in terms of limiting the ability to move around the city and work at night (which is also hindered by the lack of electricity). Patrols reported that the situation is calm in general, but there are reports of stone-throwing at passing vehicles, looting and acts of vandalism. ICRC has inspected several prisons. The central prison was completely destroyed, meaning up to 4,000 prisoners have escaped." [7] Under Security Phase III all international staff and families are relocated inside or outside the country.

 

It is unclear who is directing what. Rear Admiral Ted Branch, the most senior military official aboard the USS Carl Vinson stated,  "We have lift, we have communications, we have some command and control, but we don't have much relief supplies to offer…We have no supplies at the airport that we have access to. There are other supplies there that are under the control of other agencies, other organizations and we haven't yet coordinated together to make those supplies available for anyone to deliver." [8] The United Nations and the US authorities on the ground, are telling those who directly want to deliver help not to do so because they might be attacked by “hungry mobs.” [9] Two cargo planes from Doctors Without Borders have been forced to land in the Dominican Republic because the shipments have to be accompanied within Port au Prince by US military escort, according to the US command. [10]

 

One American on the ground summed up the situation: "For the aid to work and the teams of search and rescue workers to be able to do their job there is going to need to be a major effort of all people to lay down their own fear and personal need and allow the help to get to the worst off. Pray that people will think of others as best they can and that relief will begin to get to the places it is needed most." [11]  Such fears, created and nurtured in colonial times, have been reproduced for over two hundred years.  Alexander Hamilton and José Martí recognized the humanity of the former black slaves turned revolutionaries and told us to put our fears aside.   As Linda Polman writes in The Times of  London class and racial fear by the rescue teams is costing the lives of thousands in Haiti. [12]

 

 

 
 
 

[1] VOA Correspondent Reports on relief Efforts in Haiti,”  VOA News.Com,01/16/10

http://www1.voanews.com/english/news/americas/VOA-Correspondent-Reports-on-Latest-Relief-Efforts-in-Haiti-81878067.html

 
[2] “Fear of Looting as Desperation Among Haiti Earthquake Survivors Take Hold,” Scotsman.com, 01/15/10  http://www.scotsman.com/news/Fear-of-looting-as-desperation.5986768.jp
 
[3] “Haiti Earthquake Updates: Live Blog,” Guardian (London), 01/15/10
 http://www.guardian.co.uk/news/blog/2010/jan/15/haiti-earthquake-updates
 
[4] “Terremoto no Haiti: Consul Haitiano Afirma Que o Africano em si tem maldicao,” YouTube, 01/14/10   http://www.youtube.com/watch?v=9UprgJGm-64
 
[5] “Apocalipsis social en Haiti?”, IAR Noticias, 01/167/10  http://www.aporrea.org/internacionales/n148906.html
 
[6]”Hillary Clinton Meets With Haiti Leader After Arrival,” CNN, 01/17/10 http://edition.cnn.com/2010/WORLD/americas/01/16/haiti.earthquake/
 
[7] “Haiti: Ocha Sit Rep # 4”
http://www.reliefweb.int/rw/rwb.nsf/db900sid/MUMA-7ZR22N/$File/full_report.pdf
 
[8] “After a Day of Deliveries, US Ship Runs Out of Aid,” AFP, 01/16/10
http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5jbVqVxVMqFtwp80YYzMXLkDHk7hw
 
[9] “RD se vuelca en ayuda a haitianos,” Listin Diario (Dominican Republic), 01/17/10 
http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=128360
 

[10]  “Cargo Plane With Full Hospital and Staff Blocked From Landing in Port-au-Prince,” Doctors Without Borders, 01/17/10.  http://doctorswithoutborders.org/press/release.cfm?id=4165&cat=press-release&ref=news-index

 
[11] “Overwhelming Sadness – Overwhelming Gratitude,” The Livesay [Haiti] Weblog, 01/15/10 http://livesayhaiti.blogspot.com/2010/01/overwhelming-sadness.html
 
[12] Linda Polman, “Fear of the Por is Hampering Haiti Rescue,” Tomes Online, 01/18/10
 
 
Nelson P Valdés is Emeritus Professor of Sociology, founder of the Latin America Data Base and director of the Cuba-L Project. He is a specialist on Latin America and writes for Counter Punch.
 
The author wishes to think the suggestions by Sandra Levinson, Ned Sublette and Saul Landau.